miércoles, 7 de mayo de 2014

El conde olinos 
Madrugaba el conde olinos,
mañanita de San Juan 
pa' dar agua a su caballo 
a las orillas del mar 

Mientras el caballo bebe 
Él canta un dulce cantar.
Todas las aves del cielo 
se paraban a escuchar.

Caminante que camina 
olvida su caminar;
navegante que navega 
la nave vuelve hacia allá.

La reina estaba labrando,
la hija durmiendo está.
Levantaos, Alba-niña,
 de vuestro dulce soñar.

No es la sirenita, madre,
la de tan bello cantar,
que es la voz del conde olinos 
que por mí quiere finar.

Si por tus amores pena 
¡ oh,malaya su cantar!
Ni  porque nunca los goces 
yo lo mandaré matar.

Si lo manda matar, madre,
juntos nos has  de enterrar
Él murió a la medianoche
y ella a los gallos cantar.

A ella como hija de reyes 
la entierran en el altar 
a él como hijo de condes 
unos pasos más atrás.

de ella nace un rosal blanco 
de él nació un espino albar;
crece el uno, crece el otro 
los dos se van a juntar.

Las ramitas que se alcanzan 
fuertes abrazos se dan,
y las que no se alcanzaban 
no dejan de suspirar.

La reina, llena de envidia,
ambos las mandó matar. 
El galán que los cortaba 
no cesaba de llorar.

de ella naciera una garza,
de él un fuerte gavilán,
juntos vuelan por el cielo,
juntos vuelan par a par.








































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